lunes, 25 de julio de 2016

Fotografías cedidas por:
Christian Tosar Vázquez.

Fotografía 1: Vista general de los pilares.


Fotografía 2: Detalle par de pilares.                                                



                                                       












 Fotografía 3: Detalle del apoyo.



Castillo de Ponferrada, León.
Estructura de madera laminada de conífera al exterior separada del suelo y bajo cubierta (Clase de uso 2). Estructura al parecer instalada hace 10 años, relacionada con la restauración del Castillo.

Sin embargo, en la práctica, el alero de la cubierta es insuficiente. 
Prueba de ello se muestra en la Fotografía 1, donde se ve un mejor estado de conservación en la parte más alta de los pilares, debido a que es la zona de efecto de protección real que reciben estos.
En cuanto a la parte restante de los mismos, con ayuda de la Fotografía 2, se aprecia que las lluvias y vientos dominantes inciden en la cara frontal y derecha de los pilares, provocando que el pilar derecho de cada par de pilares proteja al pilar izquierdo, parapetándolo. 
Al tratarse de una clase de uso 2 teórica, y una madera de una clase de durabilidad 4 (siendo conífera, es muy probable), según la Norma UNE-EN 460 no es obligatorio aplicar un tratamiento protector, aunque es recomendable. De hecho se aprecian deslavados (Fotografía 2) de un barniz o lasur superficial. Es muy probable que no exista tratamiento protector en profundidad.

En adición, las testas de las vigas de la cubierta están protegidas en la teoría por la cubierta pero no en la práctica. Se intuye en la foto marcas de agua y ataque por lo menos de hongos cromógenos de tonalidad oscura.

Con todo, a pesar de los daños que presenta la estructura a nivel superficial no supone por ello más problemas que el del aspecto estético, el cual es importante estudiar, ya que esta construcción se halla en el interior de un monumento de interés turístico. 
Si esta estructura se localizase en Galicia, presentaría con casi total seguridad ataques más extensos y severos (como ataques por hongos de pudrición o carcomas) que los de la presente obra estudiada. Esto es debido a que el Castillo está situado en León, una provincia  que tiene casi la mitad de días de lluvia al año y un tercio de mm de agua totales anuales respecto a Pontevedra. 

En cuanto a la clase de uso real y al tratarse de elementos degradados verticales, expuestos a la intemperie y separados del suelo, hablamos pues de una clase de uso 3.1. Por lo que, según la EN-460, suponiendo una clase de durabilidad 4, "la durabilidad natural puede ser suficiente, pero puede ser necesario un tratamiento protector según la especie de madera, su permeabilidad y su uso".

Nota sobre la Fotografía 3: 

Es llamativo lo que cambia la separación del suelo en lo relativo tanto en aspectos normativos como de conservación de la estructura. Si esa separación metálica no existiese, la madera estaría en contacto directo con el suelo, lo cual la estructura pasaría de estar en una clase de uso 2 o 3.1 a una clase de uso 4. 
Es importante fijarse que según el capítulo 3 del DBSE-m, éste establece un requerimiento de penetración del producto protector NP4, de "al menos 25 mm en todas las caras de la pieza", para la clase de uso 4. En el apartado 5c de este mismo punto, "en el caso de protección para clases de uso 3.2 ó 4, se realizará sobre las láminas previamente a su encolado". (Esto siempre y cuando la especie de madera sea impregnable 1). Esa separación marca la diferencia entre emplazar esos pilares de madera sin ningún tipo de tratamiento a posteriori en fábrica, a tener que aplicarle un tratamiento en profundidad mediante inmersión o autoclave incluso antes del ensamblaje de las láminas de madera.

Recomendaciones:

En cuanto a las testas de las vigas que sustentan la cubierta,  se recomienda primeramente sanearlas y colocar sobre ellas una pieza metálica inoxidable de igual sección con el fin de protegerlas de viento y lluvia. En este caso no se plantean piezas de sacrificio debido al difícil acceso a las vigas.

En cuanto a los pilares, se plantearía o bien establecer un sistema de mantenimiento y barnizado regular cada muy pocos meses o bien aumentar el vuelo de la cubierta. 
Otra recomendación podría ser la combinación de ambas. Es decir, aumentar el vuelo de la cubierta lo suficiente para que el tramo de pilar que quede aún expuesto al clima esté a una altura cómoda y fácil de trabajar, mantener y revisar, con el fin de evitar el uso de escaleras, ahorro en costes de producto protector y otros materiales como lijas o cepillos, mayor seguridad, etc.












viernes, 17 de junio de 2016


Cobertizo de madera al exterior en Vigo, Pontevedra.


Las degradaciones complican una aproximación sobre la especie de madera empleada, pero hay indicios de que puede ser una especie de conífera y por tanto, una probable baja durabilidad natural intrínseca.

La estructura se encuentra atacada principalmente por hongos cromógenos y líquenes, especialmente en las caras horizontales de las piezas. Éstos no afectan a las características portantes de la estructura pero sí a su características estéticas.

Esto se debe a que el diseño de la estructura no es drenante y, cuando llueve, el agua que precipita sobre las vigas queda retenida el tiempo suficiente como para que la madera alcance y sobrepase durante horas o incluso días el 20%  de humedad en la madera, punto a partir del cual se empiezan a desarrollar los organismos xilófagos.

En adición, los encuentros entre viga y viga tampoco ayudan al desalojo de agua y, en consecuencia, constituyen un punto crítico que conviene estudiar.

En cuanto a las testas, aunque han sido recortadas para ayudar a retirar el agua de la lluvia, la zona que permanece en 90º está muy expuesta a las precipitaciones, ya que las testas de los elementos de madera son puntos que hay que cuidar y asegurar porque tienen gran capacidad de absorción y retención de líquidos.

Por otra banda, se debe señalar que aunque esos agentes degradadores de la madera no afectan estructuralmente al cobertizo, sí crean un ambiente adecuado para el desarrollo de otros organismos xilófagos que degradan la pared celular y por tanto, potencialmente sí reducirían la capacidad portante de la madera, como son los hongos de pudrición o carcomas.

            Recomendaciones:

Caras horizontales  expuestas: Saneado y lijado de las caras horizontales  expuestas a la lluvia en forma de "tejado" o a "dos aguas" para crear una pendiente que permita el desalojo del agua  aplicando un tratamiento protector adecuado in situ o en fábrica a la especie de madera empleada (Previa identificación de especie) en una clase de uso 3.1.

También se pueden colocar chapas metálicas en en las caras horizontales expuestas con el fin de aislar las vigas de las precipitaciones. No sería necesario aplicar tratamiento protector en este caso.

Otra sugerencia es la colocación de piezas de sacrificio de una especie de madera tratada o adecuada a la clase de uso 3.2, de fácil recambio para una posible sustitución periódica. No sería necesario aplicar tratamiento protector en la viga en este caso.

Encuentros entre vigas: Los encuentros entre viga convendría unirlos metálicamente con herrajes, evitando el contacto directo entre ambas vigas.

Testas: Las testas de las vigas se deberían terminar de recortar según el ángulo ya empleado y sea el acabado que sea (vertical o inclinado), cubrir la testa final con chapa metálica o piezas de sacrificio adecuadas a una clase de uso 3.1.








miércoles, 16 de marzo de 2016



El 2 de febrero de produjo en Pontevedra un incendio en el Casco Antiguo de la ciudad.
Como en la mayoría de estos edificios, su infraestructura suelen ser de madera, normalmente noble.

Cuando se origina un fuego( incendio posterior), lo primero que arden son las sábanas, los colchones, los armarios, las cortinas, mobiliario( mesas, sillas,etc), y todos esos elementos nos los encontramos también en un edificio de hormigón armado y/o de vigas de acero, elementos, a priori, con buen comportamiento frente al fuego y por tanto, más seguros.

Pero...de verdad son más seguros? Les lanzo la siguiente situación...
Fíjense en las fotos de arriba. Vigas de madera. "Qué horror, mira qué quemadas están...si fuesen de hierro o acero mejor"( Cita textual de una vecina de Pontevedra).
 Sin embargo, si fuesen de hierro, el hierro con el calor no se dilata? Y si se dilata, no empujaría los muros de carga? La alta temperatura haría disminuir la capacidad portante de las vigas, ya que podría acercarse y alcanzar la Tª de fusión, haciendo colapsar la estructura.

Ahora bien, qué ocurre cuando se quema la madera?

La diferencia del comportamiento de la madera y otros materiales frente al fuego es que en el caso de la madera, al quemarse, forma una capa aislante carbonizada 6 veces más aislante que la propia madera,  que ralentiza el proceso de carbonización. Por debajo de esa capa aislante hay una zona de pirólisis que es la que realmente está consumiendo madera, de unos 30mm de espesor.  El resto de madera interior, no está en contacto ni afectada por el fuego.
La velocidad de avance del fuego en la madera es de 0.6mm/minuto. Por lo que cada media hora perdemos aproximadamente 2cm de madera.
El elemento colapsará cuando haya perdido la mínima sección resistente necesaria  para la carga estática que esté soportando.  La clave es que tarda relativamente muchísimo tiempo en perder sus funciones comparándola con los demás materiales.
"A diferencia de las estructuras metálicas que se dilatan y retuercen rápidamente en un incendio con altas temperaturas,la madera tiene un comportamiento más predecible y estable.
En el caso del hormigón, éste se desquebraja con el calor y más aún cuando se enfría rápidamente al ser mojado por las mangueras de los extintores."
 Protección preventiva de la madera. AITIM.

















viernes, 1 de enero de 2016




Casco antiguo de Pontevedra.

Caso típico del bajo de una puerta sin voladizo o protección suficiente. Esta puerta de madera está sufriendo ataques de termitas principalmente. Además el interior está tapiado por lo que parece claro el estado de abandono en el que se encuentra. 

Estamos hablando de una Clase de Uso 3.1, ya que nos encontramos ante un elemento expuesto a la lluvia y al sol, separado del suelo, vertical y con un voladizo del propio edificio no suficiente ni pensado para proteger la puerta.
Es posible que en unos meses se pueda conseguir determinar la especie de madera, pero por el momento solo se puede decir que es una especie no durable frente a termitas.

Al extraer una pieza de la puerta, se corroboró el ataque, el cual consiste en degradaciones en el interior de la pieza, dejando una capa de melamina o pintura casi intacta, la cual impide el paso de la luz. Modo de ataque característico de las termitas, que son lucífugas.

Como en la mayoría de estos casos, estas degradaciones en los bajos de las puertas se soluciona fácilmente colocando una pieza metálica o de madera protectora adecuada a la clase de uso 3.1  que proteja por lo menos  los primeros 30-50 cm desde la base.



lunes, 16 de noviembre de 2015


Puente de la Barca. Ciudad de Pontevedra.
Clase de uso 2 teórica, pero en la práctica es 3.1 o 3.2, según el elemento a estudiar.

Curioso, ambas fotos fueron tomadas en el mismo punto pero en diferentes direcciones. 
¿Y por qué una cara de la viga presenta ataques por hongos crómogenos y de pudrición cúbica  y la otra está prácticamente intacta?

   La respuesta es por el efecto de la exposición a los vientos dominantes y lluvia.

El viento y la lluvia en épocas pluviales son de componente sur prácticamente. Y la orientación de la pasarela es sudeste-noroeste longitudinalmente, por lo que el viento  arrecia con un ángulo aproximando de 45º. 

Una recomendación puede ser aumentar el vuelo de la cubierta, para proteger las vigas de la lluvia dominante.

Otra puede ser colocar piezas de sacrificio o metálicas en las caras de las piezas expuestas, incluidas las testas del cerchado, previo lijado y saneado cuando corresponda.

sábado, 7 de noviembre de 2015

 Imágenes de http://www.puntoclavee.cl.
No encontré información acerca de la especie con suficiente durabilidad natural o adquirida mediante tratamiento para la clase de uso en la que se encuentra, que aunque no se ve en la foto, supongo que los pilares estarán protegidos para el contacto con el suelo, como en la foto de abajo.
Puede estar en una clase de uso 3.1 o bien 3.2  por el diseño constructivo, debido a:
-Testas desprotegidas
-No se aprecia pendiente en la estructura, demasiado horizontal.
-Los encuentros en esa malla o cruce de listones parecen ser susceptibles de acumulaciones de agua de lluvia.
-Parece, en definitiva, que la estructura está pensada solamente para proteger al usuario, pero no a sus propios elementos de sustentación.

La segunda foto es más informativa, ya que el apoyo de la viga está protegido para evitar el contacto con el suelo (CU4). Entonces:

-Como en la foto anterior, testas desprotegidas
-Los encuentros entre vigas y su horizontalidad son puntos muy susceptibles de degradación prematura. Si llueve, esas zonas tardarán mucho tiempo en secarse, por lo tanto su humedad puede permanecer demasiado tiempo por encima de 20%. Ello implica demasiada exposición al rango de humedad mínimo que aumenta en gran medida la probabilidad  de aparición de hongos e insectos xilófagos.
La malla y sus elementos portantes están pegados al muro...esta es otra zona muy susceptible de degradación rápida.
-Se situaría en CU 3.2 por las mismas razones que la anterior.


¿Qué se recomendaría si se dijese que el diseño no se puede modificar pero la especie sí?

Elija usted una madera con buena impregnabilidad y trátela en la profundidad que diga la norma UNE-EN 351. Aunque no sea de obligado cumplimiento en este caso, si quiere que esta estructura perdure debería seguir sus recomendaciones.
También puede elegir una especie con una buena durabilidad natural...como diversas maderas tropicales como el elondo y duramen de frondosas como el roble o el eucalipto.

Pasan 10 años y la estructura está degradada en las testas, encuentros entre vigas, la malla y sus elementos portantes, porque la especie no fue la adecuada ni fue tratada...¿Recomendaciones?(Válidas para ambas fotos)

-Colocar piezas de sacrificio en las testas y superficies horizontales, de fácil sustitución periódica si son de madera o bien metálicas o del material adecuado.
-Colocar piezas de pequeño tamaño entre los apoyos de las vigas y en los encuentros entre listones de la malla para dejar un espacio de aireación. Idem para sus elementos de sujeción.
-Si el dueño lo desea, se solucionaría colocando una cubierta, pasando ambas estructuras a una clase de Uso 3.1 o 2 si la cubierta está bien pensada y diseñada.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Conjunto de vigas empotradas en el muro.

Estructura seguramente ideada para una clase de uso 1, ya que se encuentra en interior y sin aportes de humedad visibles en su puesta en servicio, por lo que seguro que no se le aplicó ningún tipo de tratamiento o, de llevarlo, sería uno superficial.

Las testas de las vigas empotradas en el muro han sufrido degradación debido a un inadecuado diseño constructivo (ausencia de aireación y contacto directo con el muro).



El encuentro entre viga y muro es un punto crítico en cualquier estructura, el cual hay que cuidar mucho a la hora de diseñarlo.
Habría sido conveniente haber dejado espacios de aireación en el apoyo para que ventile la testa o bien haber puesto algún tipo de material aislante en la cabeza de la viga.